El tercer satélite de Copernicus, Sentinel-2, ha sido lanzado con éxito en un cohete Vega desde Kourou, en la Guayana Francesa. El satélite Sentinel-2C, construido por Airbus, entrará en servicio tras las pruebas iniciales y la puesta en servicio en órbita terrestre baja a una altitud de 780 km. Sustituirá al Sentinel-2A, que será retirado, y operará en tándem con el Sentinel-2B.
Marc Steckling, responsable de Observación de la Tierra, Ciencia y Exploración de Airbus, ha declarado: “Este lanzamiento proporciona al mundo otro sensor importante para vigilar nuestro planeta cambiante, asegurando la continuidad desde el lanzamiento del primer satélite Sentinel-2 en 2015. Equipado con un generador de imágenes multiespectrales de alta resolución, el satélite recogerá imágenes importantes para una variedad de aplicaciones, desde la agricultura hasta la monitorización de la calidad del agua”.
La misión Sentinel-2 se basa en una constelación de dos satélites idénticos en la misma órbita, pero desplazados 180° para garantizar una cobertura y un tiempo de revisita óptimos. Los satélites orbitan la Tierra cada 100 minutos y cubren todas las zonas terrestres del planeta, las grandes islas y las aguas interiores y costeras cada cinco días.
Al igual que sus predecesores Sentinel-2A y -2B, Sentinel-2C proporcionará imágenes ópticas desde el rango visible hasta el infrarrojo de onda corta del espectro electromagnético, ofreciendo así una “visión en color” para el programa Copernicus. El satélite, de 1,1 toneladas de peso, permitirá seguir obteniendo imágenes en 13 bandas espectrales con una resolución de 10, 20 o 60 metros por píxel y un ancho de banda único de 290 km.
Los datos del satélite Sentinel-2 se utilizarán para vigilar el uso y el cambio del suelo, el sellado de los suelos, la gestión de las tierras, la agricultura y la silvicultura, las catástrofes naturales (inundaciones, incendios forestales, corrimientos de tierras y erosión) y para apoyar las operaciones de ayuda humanitaria. La vigilancia del medio ambiente en las zonas costeras forma parte de estas actividades tanto como la vigilancia de los glaciares, el hielo y la nieve.
Cada satélite Sentinel-2 recoge 1,5 terabytes de datos al día tras su compresión a bordo. Los datos se formatean a gran velocidad y se almacenan temporalmente a bordo en la unidad de almacenamiento masivo y formateo de mayor capacidad que vuela actualmente en el espacio. La grabación de datos y el enlace descendente basado en láser pueden realizarse simultáneamente a alta velocidad a través de la autopista EDRS SpaceDataHighway, además de la conexión directa en banda X con las estaciones terrestres.
Los satélites Sentinel forman parte de Copernicus, el componente de observación de la Tierra del Programa Espacial de la UE, gestionado por la Comisión Europea (CE) en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA). Los Copernicus Sentinels proporcionan datos de teledetección de la Tierra y prestan importantes servicios operativos en los ámbitos del medio ambiente y la seguridad.
El lanzamiento tuvo lugar con el último cohete Vega operado por Arianespace antes del cambio a la nueva versión Vega-C.
Prensa Airbus