Nimbl ha publicado su Informe anual de Riesgos Comunes, que destaca los 10 principales riesgos a los que se enfrentaron los operadores en 2024. Basado en datos de casi 40.000 evaluaciones de riesgos presentadas por operadores de todo el mundo, la guía ofrece información clave sobre la mitigación de riesgos para promover operaciones más seguras. Esta es la primera vez que la compañía también incluye los 10 factores de riesgo de mantenimiento más comunes, lo que proporciona una visión aún más completa de los desafíos operativos.
En primer lugar, se encuentra el bajo tiempo de vuelo, incluyendo las pocas horas de vuelo en el tipo de aeronave. En segundo lugar, las operaciones en aeropuertos montañosos; en tercer y cuarto lugar, respectivamente, se encuentran las maniobras en pistas mojadas y contaminadas, y la operación en aeropuertos con torres cerradas o sin control. Completando los cinco factores de riesgo más comunes, se encuentran las operaciones nocturnas y crepusculares, que, combinadas con un aeropuerto sin control, resultan en un aumento exponencial del riesgo. “Al reconocer sus riesgos más comunes, los operadores pueden tomar medidas proactivas para implementar las mitigaciones adecuadas y luego actualizar los procedimientos asociados con dichos riesgos comunes. Esto ayuda a mejorar la seguridad y, al mismo tiempo, las operaciones generales”, afirmó Mark Baier, director ejecutivo de Nimbl.
La compañía experimentó un aumento significativo en la adopción de SMS el año pasado, lo que resultó en un incremento de más del 30% en las presentaciones de evaluaciones de riesgos en comparación con el año anterior. Nimbl reconoce que mejorar la seguridad requiere la participación de varios departamentos, por lo que la publicación de este año también incluye los riesgos más comunes que enfrentan los departamentos de mantenimiento. El principal riesgo al que se enfrentó el personal de mantenimiento fueron los desafíos de inspección, incluyendo inspecciones visuales, pruebas de preparación e inspecciones previas y posteriores al vuelo. El segundo riesgo más común se relacionaba con el trabajo que requería equipos especializados, como remolcadores, plataformas elevadoras, equipos de alto voltaje y herramientas de alta presión. A esto le siguió el trabajo no programado, que aumenta la carga de trabajo existente y la presión para completar las tareas rápidamente. Los riesgos de lesiones ocuparon el cuarto lugar, incluyendo los riesgos asociados con trabajar cerca de cables, pisos mojados o la falta de equipo de seguridad adecuado. Finalmente, en quinto lugar, se ubicó el uso de personal contratado, que suele trabajar en varios departamentos de mantenimiento, lo que puede generar inconsistencias en los procedimientos y prácticas de seguridad.
A medida que los operadores observan un aumento en la actividad, incluyendo el aumento de vuelos internacionales, los procedimientos adecuados, las autorizaciones y una capacitación exhaustiva siguen siendo una prioridad absoluta para la seguridad y la tranquilidad.
Prensa Nimbl
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