Ante el doble reto que supone para Europa reducir las emisiones y preservar la movilidad de sus comunidades y empresas, ATR insta a los responsables políticos de la UE a adoptar un enfoque regulatorio proporcionado, inclusivo y basado en el rendimiento, que refleje la realidad de los operadores regionales y respalde su papel vital en la red de movilidad europea.
Las aerolíneas regionales son la columna vertebral de la conectividad europea. Prestan servicio a comunidades a las que las grandes aerolíneas no llegan, vuelan a lugares donde el ferrocarril no llega, donde los transbordadores son estacionales y donde las carreteras son impracticables. Conectan a estudiantes con universidades, pacientes con hospitales y familias entre sí.
Sin embargo, a pesar de su eficiencia y su papel esencial, los operadores regionales se enfrentan a una creciente presión regulatoria. La implementación en curso del paquete “Fit for 55” corre el riesgo de perjudicar a los mismos operadores que ya están haciendo más con menos.
“Las aerolíneas regionales son más que simples transportistas; son un recurso vital”, afirma Nathalie Tarnaud Laude, directora ejecutiva de ATR. “Ofrecen las rutas más esenciales y ya lideran la aviación de bajas emisiones. Debemos protegerlas, no penalizarlas”.
Las aerolíneas regionales se están adaptando con agilidad: utilizan aviones más pequeños y eficientes para satisfacer la demanda, reducir las emisiones y mantener el servicio en rutas con poca demanda. Su contribución a los objetivos europeos de movilidad y sostenibilidad es evidente:
La conectividad regional es un ecosistema único, con necesidades, limitaciones y responsabilidades específicas. No puede tratarse como el transporte de larga distancia o de alta densidad.
ATR ofrece una vía creíble y tangible hacia la descarbonización, adaptada a las realidades de la aviación regional:
Además, ATR cuenta con una hoja de ruta clara para los vuelos híbridos-eléctricos para 2030. Como parte del programa de Aviación Limpia de la UE para Aviones Regionales Ultraeficientes (UERA), ATR liderará dos ambiciosos proyectos de desarrollo destinados a demostrar la integración de la propulsión híbrida-eléctrica, sistemas de hélice avanzados y sistemas de aeronaves electrificadas en un avión regional. Para 2030, ATR logrará una primicia mundial: volar un avión regional híbrido-eléctrico utilizando un banco de pruebas ATR 72-600.
“No esperamos el futuro, sino que ayudamos a construirlo con soluciones tangibles que tienen una posibilidad real de superar la prueba de la realidad”, añade Tarnaud Laude. “Para nosotros, la Aviación Limpia no es una palabra de moda. Es un programa en el que participamos activamente, con aviones reales, socios reales y un impacto real”.
Para garantizar que la aviación regional siga ofreciendo una conectividad sostenible, ATR insta a los responsables políticos de la UE a:
La aviación regional genera 335.000 empleos, aporta 23.100 millones de euros a la economía europea y garantiza la unidad de Europa, no solo política, sino también física. Dado que el 72% de los vuelos ATR en Europa operan sobre agua, muchas rutas son irremplazables por cualquier alternativa de transporte terrestre.
“Con 330 aviones volando por todo el continente (el 25% de nuestra flota global), conocemos cómo es un día a día en una aerolínea regional europea. Nuestros operadores están construyendo puentes”, afirma Alexis Vidal, vicepresidente sénior comercial de ATR. “Conectan personas, ideas y oportunidades. Esa es la Europa en la que creemos”.
ATR está preparada —certificada, volando, evolucionando— para seguir apoyando a los operadores que impulsan el progreso de Europa.
Prensa ATR Aircraft
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