Con el propósito de estar preparados ante una posible emergencia, evaluar los procedimientos y protocolos de bioseguridad establecidos, y verificar el nivel de respuesta de los diferentes actores del ecosistema aeronáutico en caso de estar presentarse una situación de alerta asociada al COVID-19, se desarrolló un simulacro que activa el Plan de Emergencia y Protocolo ESPII, evaluando la efectividad de los protocolos de cada una de las entidades.

Este ejercicio simulado fue liderado por OPAIN S.A. como operador del Aeropuerto Internacional El Dorado Luis Carlos Galán Sarmiento, así como por la aerolínea de Bajo Costo Viva Air y las autoridades presentes en el aeropuerto, quienes participaron en la atención de eventos relacionados con riesgo biológico.

“Con este ejercicio práctico y real buscamos confirmar la capacidad de respuesta de Viva Air ante cualquier emergencia relacionada con el COVID-19, así como la articulación con el aeropuerto y la puesta a prueba de los protocolos de bioseguridad. Desde Viva nos sentimos orgullosos de liderar este tipo de actividades para demostrar que estamos más que listos para volar”, afirmó Francisco Lalinde, Vicepresidente de Operaciones y Personas del Grupo Viva Air. “Este simulacro es el segundo que lideramos como aerolínea, luego del realizado el pasado 21 de julio en el Aeropuerto Internacional de Rionegro José María Córdova, donde se pusieron a prueba positivamente los protocolos de bioseguridad de la comunidad aeroportuaria”, agregó.

Además de mantener actualizado el Plan de Emergencia de las diferentes organizaciones para estar preparados una vez se retomen operaciones comerciales, esta simulación buscó mejorar el plan, detectando puntos críticos; evaluar la habilidad del personal en la toma de decisiones y manejo de la información; y capacitar a todos los funcionarios sobre las medidas de bioseguridad y protocolos correspondientes con el fin de tener una efectiva y oportuna respuesta dado el caso de detectar algún pasajero con síntomas de COVID-19.

Como la primera aerolínea en obtener el sello de bioseguridad ‘Check-In Certificado’ otorgado por el ICONTEC, y con un ejercicio de entrenamiento que permite guiar adecuadamente la puesta en acción de los conocimientos, destrezas y dichos protocolos, se completa una jornada de entrenamiento para responder en la forma correcta en caso de presentarse una situación real. Este es un paso más que realiza el ecosistema aeronáutico para reactivar la confianza en los pasajeros a la hora de volar y tener todo preparado para la reactivación de vuelos nacionales el 1 de septiembre.

Prensa Viva Air