AIRO (Nasdaq: AIRO), líder mundial en tecnologías aeroespaciales y de defensa avanzadas, anunció sus planes de expandir su presencia en los Estados Unidos con la incorporación de una nueva planta de desarrollo de fabricación e ingeniería. Esta estrategia se basa en el éxito de las operaciones actuales de AIRO y está impulsada por la creciente demanda global de su producto estrella, el dron ISR RQ-35.
El dron ISR RQ-35 ha ganado rápidamente reconocimiento internacional por su fiabilidad, rendimiento y versatilidad en misiones en los sectores de defensa y seguridad. Conocido en aplicaciones militares como RQ-35 Heidrun, el sistema ofrece importantes ventajas sobre los microdrones ISR existentes gracias a su combinación de autonomía total, larga autonomía de vuelo y facilidad de uso. Ha sido rigurosamente probado y desplegado en entornos hostiles de guerra electrónica y sin GPS, incluyendo zonas de conflicto activo, donde ha demostrado una excepcional resiliencia y eficacia.
Con cientos de miles de horas de funcionamiento hasta la fecha, el RQ-35 ha demostrado ser un activo crucial en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Su robusta cadena de suministro y su integración fluida con otros sistemas del espacio de batalla lo convierten en un vínculo vital entre la recopilación de inteligencia en primera línea y la toma de decisiones en tiempo real. Estas capacidades han convertido al RQ-35 en una herramienta esencial para las fuerzas militares modernas que buscan soluciones ISR fiables y escalables en entornos dinámicos y competitivos.
La planta estadounidense planificada no solo permitirá a AIRO escalar la producción eficientemente y competir por oportunidades comerciales y de defensa de fabricación estadounidense, sino que también servirá como centro para la innovación futura. Para impulsar el desarrollo de nuevos productos, AIRO está diseñando y fabricando sistemas de aeronaves no tripuladas eficientes, fiables y con bajas emisiones de carbono para los mercados comercial y militar. Esto incluye mejoras continuas del RQ-35 y el desarrollo de la próxima generación de minidrones totalmente autónomos.
“Al igual que nuestras plantas de fabricación actuales en los Estados Unidos y Europa, que cuentan con la certificación AS9100, nuestro objetivo es que esta nueva planta cumpla con los mismos rigurosos estándares de calidad aeroespacial”, declaró Joe Burns, director ejecutivo de AIRO. “Este compromiso con la calidad no solo fortalece nuestros procesos y sistemas internos, sino que, aún más importante, permite a nuestros clientes recibir productos consistentes y confiables. Es una situación beneficiosa para todos que refuerza nuestro rol como socio de confianza en proyectos de misión crítica”.
“El crecimiento de nuestro negocio de drones ha sido formidable”, añadió el Dr. Chirinjeev Kathuria, presidente ejecutivo de AIRO. “Impulsado por la aceptación global y el despliegue operativo del RQ-35 por parte de los países de la OTAN, este segmento se ha expandido rápidamente. Estos sistemas no solo están demostrando ser esenciales en zonas de conflicto activo, sino que tienen el potencial de ser un pilar de las estrategias de seguridad nacional en las naciones aliadas. Esta expansión refleja nuestro compromiso de satisfacer esa demanda con una calidad y capacidad de respuesta inigualables”.
Prensa AIRO
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